La navidad, aquella noche de fiesta llena de regalos que se lleva a cabo cada año en la sociedad occidental, tiene un origen bastante antiguo, inclusive se habla de un origen pagano.
Resulta ser que en muchas tribus por todo el mundo se practicaban fiestas que tenían como centro la repartición de regalos. Una de estas comunidades son aquellas que habitan un archipiélago remoto donde se celebraba un intercambio de bienes llamado Kula, algo similar a lo que se conoce como el Potlach.
El kula es un intercambio circular y ceremonial de objetos valiosos ornamentales entre diversas tribus que viven en el anillo de las islas Trobriand en Papúa Nueva Guinea.
Mientras que en noche-buena las familias se reúnen en un hogar para repartir regalos, el Kula se basa en un flujo de adornos: collares largos hechos de discos de concha roja llamados soulava que se regalan por todo el circuito isleño en el sentido de las agujas del reloj y brazaletes hechos de concha blanca llamados mwali, los cuales se mueven en la dirección opuesta, con este circuito cada uno de los objetos se encuentra en un punto para ser intercambiado, de este modo los brazaletes y collares nunca provienen de la misma persona. Este recorrido por las islas se realiza en balsas donde las tribus transportan sus regalos. El kula, así como ciertos carnavales que aún se mantienen vivos, se piensa y se trabaja durante todo el año, pues en muchos casos consiste en largas exploraciones marítimas: construcción de las canoas, preparación de pertrechos, aprovisionamiento, ritos mágicos etc.
Durante este intercambio existen ciertas reglas detalladas como lo son la realización de ceremonias mágicas y creación de vínculos de por vida entre clanes por eso el dicho “una vez en el kula, siempre en el kula”.
El Potlach consiste en una ceremonia organizada en el numayn (casa) donde sus miembros se reconocían como descendiente del mismo animal (tótem), durante las fiestas se daba un banquete acompañado de música, competiciones, historias y danzas junto de la actividad principal que era la entrega de dones, la cual consistía en dar y destruir cosas como lo son bienes y propiedades. El Potlach se trataba de una actividad de redistribución que evitaba la acumulación de la riqueza.
El Potlach se prohibió en Estados Unidos y Canadá entre finales del siglo XIX y principios del XX por su carácter redistributivo más no acumulativo y especulativo.