Por Cristina Hincapie
Aunque no siempre ha dado buenos resultados, la relación entre psicología y la espiritualidad es tan antigua como la humanidad. A pesar de ser un tema milenario, sigue generando curiosidad y acaloradas discusiones donde se plantee, incluso al interior de la propia psicología.
Según el origen de la palabra, la psicología es el origen de la psique, es decir del alma. Y aunque no se pueda demostrar su existencia, habita el mundo desde tiempos remotos.
James Hilman señalaba que la psicología moderna había heredado el cuidado del alma de chamanes y curas. Estas tres vocaciones abordan temas como el sufrimiento, el bien, el mal, la muerte y el sentido de la vida.
Primero estaban los chamanes que sanaban dolencias físicas y emocionales a través del contacto con los espíritus de la naturaleza. Incluso fenómenos mentales, como los sueños, eran sus áreas de conocimiento.
Los saberes ancestrales fueron apagados por los intelectuales y durante siglos, la filosofía y la teología dominaron el estudio de la mente, y enmarcaron la sanación y el sufrimiento en la fe, el pecado, la culpa y un sólo dios
Síntomas difíciles de entender en la época como lo son convulsiones, comportamientos erráticos, alucinaciones, cambios bruscos de humor o incluso la falta de habla, se interpretaban como fenómenos sobrenaturales. Señales de que una entidad externa, generalmente un espíritu maligno o un demonio, había tomado control del cuerpo y de la mente de la persona.
Con la evolución del método científico, la psiquiatría y la psicología ofrecieron explicaciones naturales y tratamientos basados en la razón y la observación.
Esta historia ha estado basada principalmente por abusos, vejámenes y todo tipo de fanatismos, pero durante la pandemia fue uno de los temas que más creció en los buscadores.
Hemos vuelto a interesarnos en algunas prácticas como la meditación, la oración y los rituales; y a darnos cuenta de que éstas pueden ayudarnos a afrontar el estrés, la ansiedad y la depresión.
Pero ¡ojo!, este es un tema sensible. Si has sido victima de abuso por parte de una figura religiosa o espiritual, o si tienes preguntas y experiencias que te cuestionan sobre este tema, busca un profesional que te acompañe respetuosamente, sin juicios ni imposiciones.
Una buena psicoterapia cuida tu alma y todo aquello en lo que creas, pero te debe llevar a ser consciente de esas creencias, a cuestionarlas y a ser libre para tomar tus propias decisiones.